El tumor del VEGF
Aunque todos estos hallazgos indican que el VEGF es un potente factor neuroprotector para las motoneuronas vulnerables después de un traumatismo o una enfermedad, hoy en día falta información sobre el estado funcional en el que quedan estas motoneuronas rescatadas. Un tema de especial interés es si las motoneuronas protegidas por el VEGF siguen expresando su neurotransmisor, la acetilcolina, un paso esencial para la transmisión neuromuscular y la función motora. Es bien sabido que las motoneuronas axotomizadas presentan una regulación a la baja en la expresión de la enzima biosintética de su neurotransmisor, la colina acetiltransferasa (ChAT; Navarro et al., 2007). También se ha descrito una baja expresión de ChAT en las motoneuronas espinales remanentes de pacientes con ELA en estudios post-mortem, incluso en estadios tempranos no avanzados (Gillberg et al., 1982; Kato, 1989; Oda, 1999).
Las motoneuronas extraoculares, localizadas en los núcleos abductores, trocleares y oculomotores del tronco cerebral, constituyen un buen modelo para analizar esta cuestión. De hecho, hemos reportado previamente que estas motoneuronas exhiben una disminución del contenido de ChAT que alcanza su máximo a los 7 días post-lesión (Morcuende et al., 2005), en concordancia con otros estudios (Navarro et al., 2007). Es importante mencionar que las motoneuronas extraoculares son más resistentes que otras craneales o espinales a la degeneración en la ELA (Reiner et al., 1995; Haenggeli y Kato, 2002). Sin embargo, también muestran signos de degeneración pero en fases más avanzadas de la enfermedad (Takahashi et al., 1993; Sharma et al., 2011; Kimura et al., 2014; Tjust et al., 2017).
Revisión de Vegf
ResumenLos niveles exagerados de VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular) están presentes en las personas con asma, pero no se ha definido la función del VEGF en los pulmones normales y asmáticos. Hemos generado ratones transgénicos con VEGF165 dirigido a los pulmones y hemos evaluado el papel del VEGF en la inflamación mediada por células T-helper tipo 2 (TH2). En estos ratones, el VEGF indujo, a través de vías dependientes e independientes de la IL-13, un fenotipo similar al del asma con inflamación, remodelación parenquimatosa y vascular, edema, metaplasia del moco, hiperplasia de los miocitos e hiperreactividad de las vías respiratorias. El VEGF también potenció la sensibilización a los antígenos respiratorios y la inflamación TH2 y aumentó el número de células dendríticas DC2 activadas. En la inflamación inducida por antígenos, el VEGF fue producido por las células epiteliales y preferentemente por las células TH2 frente a las TH1. En este contexto, tuvo un papel crítico en la inflamación TH2, la producción de citoquinas y la desregulación fisiológica. Así pues, el VEGF es un mediador de la remodelación vascular y extravascular y de la inflamación que potencia la sensibilización a los antígenos y es crucial en la inflamación adaptativa TH2. La regulación del VEGF puede ser terapéutica en el asma y otros trastornos TH2.
Dímero de Vegf
ResumenLos factores de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) son una familia de polipéptidos secretados con una estructura de nudos de cistina de unión al receptor altamente conservada, similar a la de los factores de crecimiento derivados de las plaquetas. El VEGF-A, el miembro fundador de la familia, está muy conservado entre animales tan distantes evolutivamente como los peces y los mamíferos. En los vertebrados, los VEGF actúan a través de una familia de receptores quinasa afines en las células endoteliales para estimular la formación de vasos sanguíneos. El VEGF-A desempeña un papel importante en el desarrollo vascular de los mamíferos y en las enfermedades que implican un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos; otros VEGF también están implicados en el desarrollo de los vasos linfáticos y en la angiogénesis relacionada con las enfermedades. Se han identificado homólogos invertebrados de los VEGF y de los receptores de los VEGF en la mosca, los nematodos y las medusas, donde funcionan en el desarrollo de la migración celular y la neurogénesis. La existencia de moléculas similares al VEGF y sus receptores en invertebrados simples sin sistema vascular indica que esta familia de factores de crecimiento surgió en una fase muy temprana de la evolución de los organismos multicelulares para mediar en las funciones primordiales del desarrollo.
Disfunción endotelial vegf
El factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), originalmente conocido como factor de permeabilidad vascular (VPF),[1] es una proteína de señalización producida por muchas células que estimula la formación de vasos sanguíneos. En concreto, el VEGF pertenece a una subfamilia de factores de crecimiento, la familia del factor de crecimiento derivado de las plaquetas. Son importantes proteínas de señalización que intervienen tanto en la vasculogénesis (la formación de novo del sistema circulatorio embrionario) como en la angiogénesis (el crecimiento de los vasos sanguíneos a partir de la vasculatura preexistente).
Forma parte del sistema que restablece el suministro de oxígeno a los tejidos cuando la circulación sanguínea es inadecuada, como en condiciones de hipoxia[2] La concentración sérica de VEGF es elevada en el asma bronquial y la diabetes mellitus[3].
La función normal del VEGF es crear nuevos vasos sanguíneos durante el desarrollo embrionario, nuevos vasos sanguíneos después de una lesión, músculo después del ejercicio, y nuevos vasos (circulación colateral) para evitar los vasos bloqueados.
Puede contribuir a la enfermedad. Los cánceres sólidos no pueden crecer más allá de un tamaño limitado sin un suministro de sangre adecuado; los cánceres que pueden expresar el VEGF son capaces de crecer y hacer metástasis. La sobreexpresión del VEGF puede causar enfermedades vasculares en la retina del ojo y en otras partes del cuerpo. Fármacos como el aflibercept, el bevacizumab, el ranibizumab y el pegaptanib pueden inhibir el VEGF y controlar o frenar esas enfermedades.